Ante todo tenemos que protegerla, por eso debemos aplicar una crema humectante con protección solar antes de maquillarnos. Nos ayudará a prevenir las consecuencias nocivas que el sol provoca en la piel.
El color de la piel cambia…
En verano adquirimos otro tono en nuestra piel por lo que las bases y correctores deberán ser diferentes a las que utilizábamos en invierno.
Para elegir el tono justo debemos probar los productos en la cara, cerca de la barbilla (nunca en la mano), si se funde con el color de nuestra piel, ese es el tono exacto que debemos usar.
Hace calor, no soportamos nada ¡y menos sobre nuestra piel!
Por eso el maquillaje de verano debe ser liviano. Debemos aplicar las bases, correctores y polvos en la medida justa para dar un acabado natural.
Primero, aplicamos la base para unificar el tono de nuestro rostro. Luego ponemos corrector para cubrir ojeras, manchas, zonas rojas... Y al final, polvo para sellar el maquillaje y quitar brillos.
Una buena idea es tener a mano polvo compacto para retocar la zona “T” (frente, nariz y barbilla) en caso de que transpiremos.
Naranjas, amarillos, dorados… los colores del verano.
Rubor en tonos anaranjados, sombras claras y un toque de brillo en los labios son la combinación ideal para un maquillaje fresco, perfecto para una piel de verano.
Y no nos olvidemos del cuerpo…
En verano no sólo lucimos nuestro rostro, tenemos hombros, brazos, piernas y escote al descubierto… ¡que también podemos maquillar!
Por supuesto, antes que nada, colocamos la crema con protección solar. Con un corrector cubrimos imperfecciones y lo sellamos con polvo.
Y por último, como para dar un toque, colocamos crema con destellos dorados que resaltan el bronceado, dándole un brillo especial a nuestra piel•
Pao Venditti
Maquilladora Profesional
www.paovenditti.com.ar
Encontrá en cada historia de Maruja un secreto de maquillaje... http://www.historiasdemaruja.blogspot.com/
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